Puede que sean días en las que quizá el dolor, el sentimiento de hinchazón o el malestar físico hagan que no sea muy apetecible continuar con el entrenamiento. No solo es que durante el periodo menstrual las mujeres no tengan por qué dejar de hacer ejercicio físico. Es que la práctica de actividad física tiene numerosos beneficios en este sentido.
En primer lugar, cabe destacar que la práctica de ejercicio físico ayuda a reducir el dolor menstrual ¿Cómo? Cuando desarrollamos una actividad física nuestro cuerpo genera endorfinas. Estas hormonas, conocidas como de la felicidad, ayudan a mejorar la sensación de bienestar y a reducir la de dolor. Además, las mujeres que entrenan habitualmente desarrollan una mayor tolerancia al dolor, por lo que durante el periodo premenstrual y menstrual la percepción de este es menor.
Por otra parte, al entrenar disminuye la retención de líquido, eliminando por tanto la sensación de hinchazón o pesadez. La práctica regular de ejercicio físico ayuda a que la retención sea mucho menor y, por lo tanto, esa sensación de pesadez disminuye considerablemente.
Aunque no sucede en todos los casos, algunas mujeres se ven afectadas por cambios de humor y ansiedad que comienzan en los días previos a la menstruación. A través de la práctica de ejercicio físico se disminuye el estrés y se libera tensión, por lo que este malestar puede reducirse o incluso desaparecer.