Los misteriosos hipopresivos

Los ejercicios hipopresivos componen un sistema de entrenamiento que garantiza diferentes beneficios para nuestro estado físico:

  • Reducción del perímetro cintura
  • Tonificación de la faja abdominal
  • Fortalecimiento del suelo pélvico
  • Mejora de la postura
  • Protección de la columna
  • Mejora de la vascularización del perineo y miembros inferiores
  • Aumento de las sensaciones y funciones sexuales
  • Mejora del rendimiento en deportistas y aumenta del metabolismo en un 15%
  • Aumento de la capacidad pulmonar y retraso de la fatiga en trabajos cardiovasculares
  • Aumento del perímetro de la caja torácica y mejora de la funcionalidad del diafragma
  • Evitación de lesiones
  • Prevención de pérdidas de orina y descenso de los órganos pélvicos

Con este sistema de trabajo se consigue que la tripa se ‘meta sola’, actuando así sobre las fibras tónicas o involuntarias de la faja abdominal, en lugar de sobre las fásicas o voluntarias.

La mecánica de ejecución es sencilla. Consiste en tres respiraciones diafragmáticas profundas -donde lo que se conseguirá será el trabajo del diafragma- inhalando, expandiendo la caja torácica hacia arriba y los lados sin que se muevan los hombros, es decir, sin que intervenga la respiración alta o clavicular, y exhalando sin expandir la cavidad abdominal. Al llegar a la cuarta se procederá a la acción mecánica de introducir aire, haciendo que se expanda el diafragma, pero sin que se produzca esta entrada de aire, lo que se conoce como apnea.

Para la realización de este trabajo hipopresivo hay diferentes posturas o posiciones, dependiendo del grado de ejecución y destreza del alumno, en ellas se seguirán siempre los mismos puntos o pautas para su correcta ejecución. Las posiciones pueden hacerse de pie, rodillas, cuadrupedia, sentado, tumbado, en pareja…

Las pautas para el correcto ejercicio hipopresivo son:

  • Anteposición del cuerpo
  • Autoelongación
  • Decoaptación escapular, correcta colocación de los hombros.
  • Contracción de serrato mayor, cuádriceps, que favorece la hipopresión intraabdominal
  • Apnea respiratoria

Además, deberemos medir y controlar ciertos parámetros, como el perímetro de cintura antes del comienzo del método y de forma progresiva, el tiempo que somos capaces de mantener la apnea. La intensidad de succión, si sentimos o no molestias en zona lumbar, dorsal, región pélvica…

Los primeros beneficios de los ejercicios hipopresivos se comenzaran a notar con tan solo 20 minutos diarios de práctica durante seis meses seguidos. Estos son:

  • Aumento del tono muscular
  • Menor incontinencia urinaria
  • Aumento de la capacidad pulmonar
  • Mejoras digestivas
  • Estrechamiento del contorno de la cintura
  • Menores dolores de espalda
  • Mejor postura, más erguida
  • Mayor fuerza central

Por último, deciros que es aconsejable realizar los ejercicios en ayunas y con la vejiga vacía, para evitar infecciones y que estos no son aconsejables para las personas hipertensas. En caso de buscar resultados terapéuticos lo más aconsejable es buscar un profesional del área de la salud, tal como matrona, fisioterapeuta, médico… Sin embargo, si se buscan resultados estéticos o de rendimiento deportivo, se buscará un profesional de la educación física o un entrenador personal.

 Elena Núñez-Cacho, formadora FEDA, licenciada en EF y en magisterio en EF

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